No dejéis de recordar siempre a los esposos cristianos que en el sacramento del matrimonio Dios, por así decir, se refleja en ellos, imprimiendo su imagen y el carácter indeleble de su amor. El matrimonio, de hecho, es icono de Dios, creado para nosotros por Él, que es comunión perfecta de las tres Personas del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Que el amor de Dios Uno y Trino y el amor entre Cristo y la Iglesia su esposa sean el centro de la catequesis y de la evangelización matrimonial: que a través de encuentros personales o comunitarios, programados o espontáneos, no os canséis de demostrar a todos, especialmente a los esposos, este “misterio grande” (cf. Efesios 5, 32).
Papa Francisco
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